Muy frecuente durante los tratamientos de Ortodoncia. Sobre todo cuando se llevan aparatos fijos.
A) CAUSAS:
- Persistencia de restos de alimentos en descomposición enganchados en los aparatos, en los dientes y encías.
- Restos de sangre, pus o exudados que se descomponen produciendo mal olor. Esta sangre, pus y exudados pueden proceder de: Encías inflamadas, Encías con enfermedad periodontal, heridas recientes por extracciones dentarias o por cirugía bucal, lesiones de encía cuando está saliendo un diente o muela, flemones, llagas o aftas en la boca, sarro, amigdalitis, caries abiertas, etc.
Estas sustancias malolientes, también pueden acumularse en los pliegues de la lengua. - Otras causas: Tabaco, digestiones pesadas, gastritis, ciertos alimentos ( leche, ajo, cebolla, rábano rojo, etc.).
B) SOLUCIONES:
- Investigar y evitar las posibles causas antes dichas.
- Aplicar las mismas soluciones que para la inflamación de la encía. No olvidar cepillar la lengua o usar raspador de lengua. El uso de irrigador bucal puede ser especialmente útil en estos casos.
- Colutorios contra el mal aliento. Existen productos específicos de los que podemos informarte.